Fobías 27
Nomofobia
Quienes han crecido en esta era de innovación tecnológica, probablemente no se imaginen la vida sin ella. Los llamados dispositivos inteligentes no sólo han causado furor, por su estética y funcionalidad, sino que han llegado a generar cierta dependencia. Con el teléfono celular la situación es evidente. Más que un objeto utilitario, es el “compañero” inseparable de miles de personas que han volcado en ese aparato el peso de su autoestima, seguridad, integración y rendimiento laboral. Muchos se desesperan al no tenerlo y su estado de ánimo se tambalea con sólo pensar que podrían estar incomunicados.
Tanatofobia
Pensar en el día de nuestra muerte puede perturbarnos, a pesar de ser un hecho inevitable y que tarde o temprano dará fin a ese viaje que es la vida. Sin embargo, hay personas a las que esta situación ineludible las paraliza, les crea una ansiedad incontrolable y afecta su desempeño diario.
Itifalofobia
En artículos anteriores hemos comentado que las fobias representan el miedo progresivo e irracional a un determinado objeto, animal, actividad o situación que, por lo general, conlleva poco o ningún riesgo. Son comunes la fobia al agua, a los payasos, a la suciedad, al amor… pero la que hoy nos ocupa, es considerada una de las más extrañas. Algunos la llaman itifalofobia y otros medortofobia, y se refiere al temor de observar, experimentar o pensar en una erección de pene.
Hidrofobia
En todas las civilizaciones, incluyendo la nuestra, el hombre se ha sentido atraído por el agua y ha mantenido con ella relaciones ambivalentes y apasionadas, marcadas por el deseo y la repulsa, el amor y el odio.
Misofobia
Después de las fobias, las adicciones y la depresión, el Trastorno Obsesivo Compulsivo (TOC) es la perturbación mental más frecuente en la sociedad. Las conductas o pensamientos asociados, intentan reducir la angustia ante situaciones que generan temor. El problema es que son tan exagerados, que incitan comportamientos repetitivos como lavarse las manos, rezar y contar u ordenar las cosas, en una acción desesperada por desaparecer los miedos, pero contrario a ello, agudizan una enfermedad que quebranta la estabilidad social y emocional. (más…)
Filofobia
Aunque de niños se nos ha enseñado a creer en las historias de príncipes azules y princesas encantadas, en la vida real el amor no siempre tiene finales felices. Bien decía Lope de Vega, “La raíz de todas las pasiones es el amor. De él nace la tristeza, el gozo, la alegría y la desesperación”. Pero sea como sea, hay que vivirlo, porque“Conocer el amor de los que amamos es el fuego que alimenta la vida” (Pablo Neruda).
Ablutofobia
Sin importar la edad, definitivamente no se puede llevar una vida sana si se carece de higiene. Eso incluye el aseo de la casa, el lavado de la ropa, el cepillado de los dientes, el aspirado del coche, pero sobre todo la limpieza de nuestro propio cuerpo.
Emetofobia
Tratamientos médicos, emociones, embarazos, enfermedades gástricas y otros factores orgánicos y psicológicos, pueden inducir el vómito. La experiencia es desagradable. El reflujo, las náuseas, la acidez, su olor, sabor, apariencia, color. Sólo de imaginarlo se nos podría revolver el estómago, pero de allí a sentir pánico por trasbocar…
Androfobia
La asociación con eventos traumáticos del pasado es uno de los principales detonantes de las fobias, y aquí no hay excepciones. El temor hacia los hombres o Androfobia, está vinculado con pensamientos y recuerdos negativos de hechos que han perjudicado la integridad física o emocional de una persona. Se cuentan el abuso sexual, la violencia doméstica, la ausencia paterna y la mala convivencia. No obstante, no hace falta haber sido víctima de estos u otros malos acontecimientos, para que pueda desarrollarse.
Atelofobia
“Nada más imperfecto que querer ser perfecto”. Cuántos, alguna vez, se han sentido vulnerables e intolerantes por querer alcanzar una perfección que es sólo una utopía. Es cierto que no hay nada malo en superarse y destacar, pero cuando existe una exagerada minuciosidad, hipersensibilidad a las injusticias, valoración del orden, intolerancia ante las equivocaciones, inseguridad y reforzamiento de lo negativo, sin duda hay un problema que atacar.