La angina de garganta o amigdalitis, es una afección muy común en los niños. Aunque no representa un grave padecimiento, sí es capaz de generar incómodos síntomas.
La angina afecta a las amígdalas, que son pequeñas masas o extensiones de tejido linfoide de color rosado y forma ovalada, ubicadas a cada lado de la garganta. Constituyen el anillo de Waldeyer, que es una estructura linfática localizada en la faringe, que garantiza la inmunidad local, a través de la secreción de inmunoglobulinas secretoras.
La función principal de las amígdalas o tonsilas, es filtrar los gérmenes que entran al organismo a través de la boca. Sin embargo, hay ocasiones en que se inflaman y provocan anginas.
¿Por qué se originan la Angina de garganta?
Las anginas de garganta suelen aparecer en niños de tres a ocho años de edad, aunque también pueden surgir en la adultez, hasta los 50 años. Su proceso patológico inicia por una respuesta a una infección, la cual se produce cuando la cantidad de los gérmenes supera la capacidad de defensa de las amígdalas.
El aire frío también puede originar anginas, ya que las bajas temperaturas generan una alteración en la actividad de la mucosa nasal, que impide que las fosas filtren los cuerpos extraños o microorganismos que llegan a las amígdalas, causando una infección inminente.
Las anginas se producen igualmente por infecciones víricas o bacterianas (estreptococo). A diferencia de las anginas virales, las bacterianas o estreptocócidas deben tratarse con antibióticos, pues vienen acompañadas por pústulas.
Las anginas víricas son originadas por gripe, herpes, adenovirus, mononucleosis, gingivitis ulcerativa, y más raramente por los virus de transmisión sexual como la gonorrea y la sífilis.
Síntomas de las anginas
Algunas veces las anginas de garganta suelen tardar en diagnosticarse porque producen síntomas similares a los de la gripe o resfriado. De allí, que se debe prestar atención si los malestares incluyen dolor de garganta por 48 horas continuas, dificultad para tragar, voz gutural, escalofrío, mal aliento, dolor de oído y de cabeza, sensibilidad alrededor de la mandíbula y cuello, fiebre e hinchazón y enrojecimiento en las amígdalas que, en ocasiones, se recubren por una mancha o capa blanca o amarillenta.
Ante la angina de garganta los niños podrían experimentar signos de alarma un poco diferentes como náuseas, dolor de estómago, babeo constante, inapetencia y nerviosismo.
Los síntomas de las anginas varían según la edad del infante. Cuando es lactante, la fiebre es poca y viene acompañada por una espesa mucosidad nasal. Cuando tiene de uno a tres años, la temperatura corporal es más elevada y se presenta con irritabilidad, falta de apetito e inflamación en los ganglios linfáticos del cuello. Los pequeños mayores de tres años se ven afectados por un dolor intenso de garganta, fiebre superior a 39 grados centígrados, presencia de pus en las amígdalas e inflación en los ganglios.
Consecuencias de la Angina de garganta
Cuando las anginas de garganta no son tratadas oportuna y adecuadamente, la infección podría propagarse hacia la faringe o el pecho, generando complicaciones severas como otitis o sinusitis.
No tratarla también podría generar fiebre reumática, un padecimiento que afecta las articulaciones y el corazón.
Cuando hay anginas podría haber insuficiencia renal y deshidratación por la dificultad de tragar alimentos y bebidas.
Si el tamaño de las amígdalas es muy exagerado, se puede generar un trastorno respiratorio, especialmente en las noches cuando las personas relajan la lengua y ésta cae hacia atrás, cerrando la entrada a la orofaringe, lo cual generaría episodios de apnea nocturna. Cuando este ocurre, el individuo deja de respirar por segundos.
Tratamiento de la Angina de garganta
En términos generales, las anginas de garganta pueden tratarse con medidas sencillas como guardar reposo, beber abundante líquido (preferiblemente tibios) y tomar alimentos fríos y blandos como frutas, sopas y gelatinas.
Si las anginas son provocadas por infección de bacterias, se deben ingerir antibióticos como penicilina, para eliminar los organismos patógenos.
Si son anginas virales, la administración de antibióticos no surtirá efecto, ya que en ese caso el cuerpo combatirá la infección.
De igual forma, el especialista podrá recetar medicamentos para reducir la fiebre, el dolor y la inflamación.
Cuando la angina de garganta se vuelve crónica (los antibióticos y gargarismos no surten efecto), es importante realizar una amigdalectomía o extirpación de las amígdalas. Actualmente este método no se lleva a cabo tan frecuentemente, ya que este órgano representa una importante defensa inmunitaria del organismo. Si se hace erróneamente, podría debilitar las defensas del cuerpo, y aumentar el riesgo de infartos, resfriados, gripe y laringitis.
En todo caso, existen tratamientos de índole natural para las anginas, como los remedios caseros preparados con bicarbonato (uno de los mejores productos para curar la amigdalitis), gárgaras de limón y sal o limón y miel, infusión de orégano y vino con romero. De igual manera, se pueden consumir dientes ajo y te de manzanilla con sábila.
Todos estos ingredientes contienen una serie de propiedades antisépticas y bactericidas, beneficiosas para tratar las anginas de garganta.
Deja un comentario