Es muy común oír hablar sobre los neurotrasmisores, sustancias químicas que desempeñan un rol importante en el funcionamiento del sistema nervioso. Existen distintos tipos, entre ellas las catecolaminas, que intervienen en las estructuras integrativas del organismo, bien sea neurales o endocrinas. Son una clase de monoaminas compuestas por un grupo catecol y una cadena lateral con un grupo amino, y pueden comportarse como neurotransmisores u hormonas.
Dónde se crean las catecolaminas
Como se dijo, las catecolaminas son creadas a partir de la tirosina, un aminoácido que se obtiene a través de víveres ricos en proteínas como lácteos, plátanos, aguacates o frutos secos (fuente exógena). También pueden ser compendiadas en el hígado (fuente endógena), partiendo del aminoácido fenilalanina.
El lugar principal de síntesis de las catecolaminas son las células cromafines de la médula adrenal, así como las fibras posganglionares del sistema nervioso simpático.
La expresión catecolamina está referida genéricamente a los compuestos orgánicos que poseen un núcleo catecol y un grupo amina, -NH2. Conforman los grupos catecolaminas, derivados de la fenilalanina y las indolaminas.
Las catecolaminas son neurotransmisores que se vierten al torrente sanguíneo y a las hendiduras sinápticas, y son expulsadas por la orina.
Cuáles son las catecolaminas
Las principales catecolaminas son la dopamina, la adrenalina y la noradrenalina, que son producidas en casos de estrés o actividad física, pudiendo provocar una acentuación de la frecuencia cardíaca, de la presión arterial, y de la glucosa en sangre.
El papel de estos neurotransmisores es esencial en procesos como el conocimiento, el aprendizaje, la memoria, la emoción, el control motriz y la regulación del sistema endocrino.
Los niveles altos de catecolaminas están relacionados con el incremento de los índices de glucosa, el aumento de la frecuencia cardíaca y las aceleraciones del sistema nervioso parasimpático. Del mismo modo, se vinculan con trastornos neuropsiquiátricos como la psicosis y la enfermedad de Parkinson, el estrés y la obesidad.
La dopamina, la adrenalina y la noradrenalina son similares químicamente, pero cada una posee características y funciones individuales.
funciones y efectos de las catecolaminas
Las catecolaminas ejercen como neurotransmisores del sistema nervioso central y como hormonas en la sangre, motivando alteraciones fisiológicas que condicionan el cuerpo para la actividad física. Se comportan de la siguiente manera:
La Dopamina
El cuerpo convierte la tirosina en el aminoácido levodopa o L-DOPA, y ésta se transforma en dopamina. Es la más básica de las catecolaminas. La adrenalina y la noradrenalina se producen a partir de ella.
Estando en el cerebro, la dopamina ejerce de neurotransmisor, contribuyendo en el envío de señales electro-químicas entre neuronas. En la sangre actúa como mensajero químico, favoreciendo la vasodilatación e inhibición de actividades digestivas, inmunitarias y del páncreas.
Las vías cerebrales que involucran a la dopamina, especialmente la nigroestriada y la mesolímbica, tienen que ver con la conducta motivacional: se incrementa si hay recompensa. De allí la importancia de la dopamina en procesos del aprendizaje, control motor y adicciones a sustancias psicoactivas.
Transformaciones en estas vías neurales son causa de síntomas psicóticos como alucinaciones (nigroestriada) y déficits emocionales (mesocortical). La pérdida de neuronas dopaminérgicas en el mesencéfalo origina la enfermedad de Parkinson.
La Adrenalina
La adrenalina es concebida por la oxidación y metilación de la dopamina, en el locus coeruleus, del tronco cerebral. Su síntesis es estimulada por la liberación de la hormona adrenocorticotropa en el sistema nervioso simpático.
La adrenalina y la noradrenalina son estimadas como hormonas del estrés, pues fuera del sistema nervioso no actúan como neurotransmisores, sino como hormonas. Están relacionadas con la regulación cardiaca, respiratoria y ambiental.
Tanto la noradrenalina como la adrenalina son básicos en la respuesta a muchos estresores y procesos tocantes con actividades del organismo, tales como el ejercicio físico, la exposición al calor y la disminución de los niveles de oxígeno o de glucosa en la sangre.
La Noradrenalina
La adrenalina al oxidarse produce la noradrenalina, del mismo modo que la dopamina se convierte en adrenalina, y la tirosina en dopamina. La noradrenalina, al igual que la adrenalina, es un neurotransmisor en el sistema nervioso y hormona en el resto del cuerpo.
Se pueden destacar entre sus funciones la rapidez cerebral, sostenimiento del estado de vigilia, focalización de la atención, creación de recuerdos, sensación de ansiedad, aumento de la presión sanguínea y liberación de la existencia de glucosa.
La disminución en los niveles de la noradrenalina se relaciona con cambios en los tipos de aprendizaje, con el refuerzo de recuerdos a largo plazo y el aprendizaje latente, situación que puede deberse al control, por la noradrenalina, de actividades neuronales en el cerebro, como la amígdala.
Psicopatológicamente está implicada en trastornos relacionados con el estrés y la ansiedad, en depresión, en la enfermedad de Parkinson y el trastorno por déficit de atención con hiperactividad.
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