Un científico inglés de nombre John Dalton (1766–1844), fue el primero en demostrar y estudiar las secuelas de una afección ocular ligada con la incapacidad para diferenciar o distinguir algunos colores. En un principio se le denominó acromatopsia, pero con el tiempo pasó a llamarse daltonismo.
El daltonismo es una enfermedad congénita, vinculada al cromosoma X. Se produce por la inexistencia o la falla funcional de uno o varios conos que se encuentran en la retina, y son los responsables de captar la luz y las distintas tonalidades.
Visión entre colores
El ojo contiene tres tipos de conos, que reciben las longitudes de onda equivalentes al rojo, azul y verde. Los tres, en conjunto, son capaces de diferenciar los matices. La dificultad se presenta, cuando hay daños en los genes que interfieren en la producción de los pigmentos de estos conos.
Lo curioso es que no todos los pacientes confunden los mismos tonos. Aunque lo común es que sean el rojo y el verde, hay daltónicos que tienen facilidad para apreciar más destellos violetas, que un individuo con visión normal.
Se dice que uno de cada 10 hombres padece de daltonismo, y es que al heredar un cromosoma X con la deficiencia, inmediatamente contrae la afección. Las mujeres, en cambio, requieren un par de cromosomas X afectado para ser diagnosticadas. Si en lugar de eso solo tiene uno, será portadora y podrá transmitirlo a sus descendientes.
Aunque sea una patología genética, distintos estudios han determinado que ciertas drogas como la hidroxicloroquina (Plaquenil), empleada para el tratamiento de la artritis reumatoidea y otras condiciones óseas, podrían estar asociadas con la aparición del daltonismo.
Tipos de daltonismo
Dependiendo de cuál sea el pigmento faltante o afectado, el individuo puede presentar uno de los cuatro tipos de daltonismo identificados hasta el momento.
El daltonismo dicromatismo es uno de los más frecuentes. Se origina cuando el cono fallido es el que percibe el rojo y el verde. En este caso se plantean tres subtipos: los daltónicos protanopes que no captan el rojo, los deuterapones que presentan dificultad para diferenciar el rojo, el verde y el amarillo, y los tritanopes que no ven normalmente el azul y el verde.
El daltonismo tricromatismo anómalo, es muy molesto puesto que todos los colores tienden a confundirse entre ellos, pero también existe un daltonismo monocromático, que se manifiesta con la mala visualización de un solo color (rojo o verde).
El menos habitual es el daltonismo acromático, que se detecta en los individuos que ven solo en blanco, negro o gris. Es uno de los más complicados de tratar. Este último puede estar relacionado con el deterioro de la vista y otro tipo de patologías como ojo perezoso, nistagmo (movimientos oculares rápidos) y fotosensibilidad aguda, entre otras.
Síntomas y diagnostico DEL DALTONISMO
Esta alteración de las células de la visión que altera la posibilidad de discriminar los colores, puede manifestarse desde la niñez, incluso genera serios retrasos en el proceso de aprendizaje.
La mayoría de las veces, no hay síntomas físicos que den indicios de la presencia de la enfermedad, a excepción del daltonismo acromático, que puede provocar movimientos rápidos e involuntarios de los ojos.
A muchos les cuesta determinar por su propia cuenta que lo padecen. Será con ayuda de un especialista, y a través de la aplicación de los test de diferenciación de colores, que podrán detectar el tipo y grado de intensidad.
Una observación cromática también será de gran ayuda para establecer el diagnostico del daltonismo. Recordemos que esta prueba forma parte de la evaluación regular de las consultas oftalmológicas, por lo que es importante habituarse a las revisiones constantes y periódicas. Lo ideal es que sea cada dos años durante la edad pediátrica, si ya se ha confirmado que el infante goza de una visión normal.
Si hay evidencias de no haber nacido con daltonismo, y se presentan cambios recurrentes en la percepción del color, con más razón se debe acudir a un especialista.
El seguimiento de la salud ocular debe ser mayor cuando hay glaucoma, degeneración macular, Alzheimer, Parkinson, alcoholismo, leucemia y anemia de células falciformes, pues podrían incrementar el riesgo de desarrollar daltonismo.
Tratamiento y repercusiones DEL DALTONISMO
Hasta ahora no hay un tratamiento ni una cura para el daltonismo. Lamentablemente es una patología de por vida y quienes la sufren deben aprender a sobrellevarla. Los galenos pueden sugerir algunas terapias que ayudarán a acelerar la adaptación.
La ventaja, es que no hay repercusiones en la salud. Si no existe ninguna condición adicional, el paciente no presentará molestias de ningún tipo. Habrá limitaciones, sí, pero es cuestión de acostumbrarse. Una persona daltónica no podría, por ejemplo, optar por un empleo como diseñador, ilustrador o cualquier otro que amerite una óptima capacidad para percibir los colores con claridad. Los oficios en áreas eléctricas, de diseño o pintura, no estarán a su alcance.
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