Dermatitis herpetiforme

Las personas intolerantes al gluten son más propensas a desarrollar patologías cutáneas como la dermatitis herpetiforme, que provoca la aparición de lesiones pruriginosas en codos, antebrazos, nalgas, rodillas, hombros, cuello y cara. Es una reacción autoinmune que se observa en el 25% de los celíacos, principalmente en hombres.

Aunque la dermatitis herpetiforme guarda estrecha relación con la proteína de los cereales, puede resultar también de la interacción de factores genéticos y ambientales que alteran la respuesta inmunológica del individuo.

La evidencia más certera de esta afección, son pequeños grupos de 5 a 20 vejigas que van creciendo simultáneamente y en el mismo sitio en ambos lados del cuerpo. Generalmente varían en tamaño, desde muy pequeñas hasta 1 cm de diámetro.

Diagnóstico de la Dermatitis herpetiforme

Comúnmente la dermatitis herpetiforme empieza a aparecer entre los 20 y 30 años de edad, pero hay niños que pueden mostrar indicios de ella. Las erupciones pueden confundirse con eczemas, marcas de rascado o erosiones, por lo que conviene realizar un diagnóstico oportuno, a través de una biopsia de piel o de intestino, respaldada por una analítica sanguínea para anticuerpos IgA que, según el patrón de sus depósitos en las papilas dérmicas, permitirá distinguirla de dermatosis bullosa IgA lineal y otras formas de dermatitis.

La sensibilidad al gluten es activada por las proteínas del trigo, la cebada y el centeno, así como la proteína antigénica de la harina de trigo, compuesta por gliadina, gluteninas y albúmina Beta globulina. Cuando se desarrolla esta condición, suelen aparecer síntomas de mala absorción como diarrea crónica, pérdida de peso, dolor, distensión abdominal y, en situaciones extremas, anemia, osteoporosis, infertilidad, síndrome de intestino irritable o abortos. El problema es que 90% de los casos son asintomáticos, y quizás la única señal de su existencia, por lo que se debe estar atento a otros indicios como la dermatitis herpetiforme.

Tratamiento de la dermatitis herpetiforme

Lo más importante para la prevención y tratamiento de la dermatitis herpetiforme es eliminar de la dieta alimentos con gluten. En sustitución se puede incorporar avena 100% pura, arroz, soja y maíz. Dependiendo de la complejidad, los médicos indican antibióticos y fármacos que suprimen el sistema inmunitario, pero se requieren entre seis y nueves meses para aliviar la enfermedad y unos dos años para controlarla únicamente con dieta.

Para efectos del diagnóstico, es importante realizar las pruebas antes de suprimir el gluten, para evitar así falsos negativos.

Complicaciones DE LA DERMATITIS HERPETIFORME

Se dice que los pacientes con dermatitis herpetiforme pueden verse afectados con tiroides y atrofias en vellosidades intestinales, pero la complicación más grave es el cáncer intestinal. Por ello, es indispensable mantener una constante evaluación con exámenes cutáneos, investigación de sintomatología intestinal, pruebas serológicas, perfil nutricional, función tiroidea y anticuerpos antinucleares.

La dermatitis herpetiforme se ha asociado también con diabetes dependiente de insulina, lupus eritematoso, síndrome de Sjögren, sarcoidosis, y el vitíligo o la alopecia areata. La buena noticia es que una dieta estricta sin gluten durante al menos cinco años, puede reducir el riesgo de desarrollar linfomas y demás patologías severas, siempre que no haya predisposición a otro tipo de enfermedades.

Algunos médicos recomiendan someter al paciente a una dieta de eliminación o a una prueba de alergias para determinar la hipersensibilidad a otros alimentos. Estudios anteriores han demostrado, por ejemplo, que prescindir de la leche también puede mejorar los síntomas de dermatitis herpetiforme.

Recomendaciones básicas

Ante la sospecha de dermatitis herpetiforme, lo más recomendable es visitar cuando antes a un dermatólogo, especialmente si hay síntomas recurrentes de urticaria, ardor y comezón. No obstante, hay hábitos que pueden irse implementando para tratar la enfermedad desde casa.

No usar ropa ajustada.
Evitar las telas sintéticas.
Remojar compresas de agua fría y polvo de pomelo y colocar sobre la zona afectada para aliviar los síntomas.
Para reducir el prurito conviene darse baños de agua de avena.
No exponerse a lugares con exceso de calor o humedad. Los “baños” de sol están contraindicados.
Secar la piel después de la cucha con ligeros toques, sin frotar la toalla por el cuerpo.
La hidratación es vital. No sólo se amerita bebes agua, sino aplicar cremas o aceites hipoalergénicos que permitan mantener la humedad. Consulte al médico la posibilidad de emplear aceite de almendras dulces libre de perfumes o caléndula.

Los suplementos ayudan

Existen suplementos vitamínicos que pueden ayudar a contrarrestar las molestias propias de la dermatitis herpetiforme. De cualquier manera, es fundamental confirmar con el médico la posibilidad real de poder usar alguno de ellos. Los recomendados son: