Muchas dietas para adelgazar se valen de la restricción de los hidratos de carbono para conseguir el objetivo deseado. Sin embargo, eliminarlos por completo del menú no es una buena idea pues nuestro cuerpo necesita de todos los grupos alimenticios para funcionar de manera adecuada.
Como su nombre lo indica, la dieta baja en carbohidratos propone controlar la ingesta de esos alimentos para además de perder peso, beneficiar la salud. Un consumo excesivo de hidratos de carbono aumenta las probabilidades de sufrir enfermedades del corazón, diabetes y trastornos del metabolismo.
La dieta baja en carbohidratos ayuda a modificar los hábitos alimenticios de forma permanente, pero como en todo régimen, siempre es necesario consultar al médico antes de ponerlo en práctica, sobre todo si se sufre de alguna patología o condición especial.
Principios de la dieta baja en carbohidratos
Los carbohidratos se hallan en muchas comidas y bebidas procesadas, ya que suelen añadírseles almidón o azúcar para conservarlas. Según la dieta baja en carbohidratos, se deben optar por los alimentos naturales que lo contienen como las frutas, verduras, cereales, leche, semillas, legumbres y frutos secos.
Nuestro organismo usa los hidratos de carbono para obtener energía. Durante el proceso digestivo los almidones y azúcares que comemos se transforman en glucosa y con la intervención de la insulina entra en las células del cuerpo. Una parte de la glucosa nos proporcionará la energía necesaria para el desempeño de nuestras actividades y otra se acumulará en el hígado, músculos y otros órganos como reserva energética o para transformarse en grasa.
La dieta baja en carbohidratos tiene la premisa de que la insulina evita que se descomponga la grasa y ayuda a que el azúcar se use como fuente energética. Entonces, si se reducen los hidratos de carbono, baja el nivel de insulina, el cuerpo quema la grasa acumulada, bajamos de peso y estamos más sanos.
Menú
La dieta baja en carbohidratos propone un menú en el que se dé prioridad a la ingesta de proteínas como carne de res, aves, pescado y huevos. Los hidratos de carbono se limitan a una ingesta diaria de entre 50 y 100 gramos. Los vegetales almidonados, frutas y cereales hay que evitarlos y se excluyen el pan, las pastas, el arroz y los dulces. Generalmente al principio se pueden eliminar en su totalidad, pero poco a poco se va ampliando el menú.
Los expertos en nutrición no están de acuerdo con un consumo tan bajo de carbohidratos y aconsejan que estos representen un 45 o un 65 % de la cantidad total de calorías ingeridas por día. Por ejemplo, si tomas unas 2.000 calorías diarias, necesitarías comer entre 900 y 1.300 calorías al día provenientes de hidratos de carbono, o lo que es igual a unos 225 y 325 gramos al día.
Efecto rebote
Casi todos los especialistas en nutrición señalan que cuando se siguen dietas muy restrictivas y no hay un cambio profundo en la manera de alimentarse, los kilos perdidos se recuperarán y en la dieta baja en carbohidratos no hay excepciones.
Detractores del régimen señalan que no es el bajo consumo de carbohidratos lo que hace adelgazar, sino que se consumen menos alimentos porque las proteínas extras y las grasas contribuyen a estar saciados.
Estudios señalan que en promedio, los que siguen la dieta baja en carbohidratos pueden perder casi 6 kilos (12 libras) en unos seis meses y un par de kilos en cinco semanas. Sin embargo, algunas personas logran deshacerse de hasta 14 kilos (30 libras) o al contrario, ganar peso.
Unas de las dietas más famosas que siguen estos principios es la llamada dieta Atkins y sus promotores aseguran que con ella se pueden prevenir enfermedades como la diabetes, la hipertensión, enfermedades cardíacas y el síndrome metabólico
Con la dieta baja en carbohidratos los niveles de colesterol, triglicéridos y azúcar mejoran y esto se debe no solo a la restricción, sino a la calidad de los hidratos de carbono que se consumen pues se eliminan los procesados y refinados como las harinas y los dulces para dar paso a vegetales, cereales y legumbres con un alto valor nutritivo.
Cuidado con la dieta baja en carbohidratos
Si se decide por seguir la dieta baja en carbohidratos tiene que tomar en cuenta ciertos síntomas que podrían producirse cuando de forma radical se eliminan este tipo de alimentos. Dolor de cabeza, debilidad, fatiga, mareos y estreñimiento pueden manifestarse de manera temporal.
Si se restringen demasiado los carbohidratos también podrían experimentarse carencias nutritivas, sobre todo por la falta de fibra que se obtienen a través de ellos. Esto podría generar diarrea y náuseas. Para evitar estos efectos secundarios, dietas como la Atkins aconsejan tomar pocas cantidades adicionales de sal, vitaminas y suplementos.
En casos extremos, quienes hacen la dieta baja en carbohidratos pueden sufrir una ketosis por la falta de glucosa que aporta energía al organismo. Cuando hay ketosis los pacientes experimentan nauseas, fatiga mental, dolor de cabeza y fallas en la respiración.
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