Cuentan las abuelas que hace años apareció una enfermedad que agrandaba el corazón de la gente y ocasionó la muerte a muchas personas mayores y, eso es cierto. Se trata de la Enfermedad de Chagas o Tripanosomiasis americana, una patología parasitaria tropical que lleva el nombre del médico e investigador brasileño Carlos Ribeiro Chagas, quien la descubrió en 1909. Es una afección hística y hemática trasmitida por el Trypanosomacruzi, un protozoo flagelado sanguíneo que anida y se reproduce en los tejidos.
El Trypanosomacruzi constituye una mezcla de parásitos que transita entre los seres humanos y animales como perros, gatos, conejos e insectos triatominos, que son los vectores del padecimiento. Cuando ha presencia de estos insectos, se incrementa el riesgo de trasmisión al hombre y a otros mamíferos domésticos.
En un inicio, los individuos infectados residían en zonas rurales, con condiciones socioeconómicas precarias, pero la Enfermedad de Chagas se fue dispersando a regiones urbanas, ampliando su área endémica, debido a la migración de los individuos portadoress.
¿Cómo se transmite la Enfermedad de Chagas?
Desde el primer caso diagnosticado y hasta el presente, la Enfermedad de Chagas se convirtió en un problema de salud pública en Latinoamérica. Nunca ha desaparecido. De hecho, es una de las patologías más desatendidas a nivel mundial.
La Enfermedad de Chagas se contagia de distintas formas, primordialmente por contaminación de piel y mucosas con heces de insectos (triatominos) infectados. Al picar a la persona, generalmente de noche y en la cara, defecan u orinan sobre ella, dejando tripomastigotes metacíclicos que entran en contacto con las conjuntivas oculares, y pequeñas ulceraciones de la epidermis producto de la picada.
También se transmite por vías no vectoriales como transplacentaria (cuando una madre infectada se la transmite a su hijo durante el embarazo), por trasplantes de órganos, transfusión sanguínea, por vía oral o al ingerir alimentos con el parásito. Hay casos de transmisión accidental en laboratorios, pero nunca de persona a persona.
Cada paciente con Enfermedad de Chagas debe ser evaluado de forma particular según sus condiciones personales, luego el médico tratante determinara si requiere de la evaluación de otros especialistas y asignará el tratamiento correspondiente.
¿Cuáles son los factores de riesgo?
Entre los factores que posibilitan la transmisión de la Enfermedad de Chagas se encuentran la calidad de la vivienda. Si la misma posee techos viejos, paredes agrietadas o pisos rotos, puede albergar allí los insectos. También incide el desconocimiento del riesgo de convivir con los triatómicos, pues las personas les restan importancia a estos insectos o no los asocian con la enfermedad.
No menos importante es el hecho de que no existen, en la mayoría de las localidades, programas de control y vigilancia epidemiológica.
¿Cuáles son los síntomas de la Enfermedad de Chagas?
La Enfermedad de Chagas se presenta en dos fases: una aguda y otra crónica. En la fase aguda la mayoría de los infestados no suelen presentar síntomas, sin embargo algunas personas manifiestan síndrome febril, dolor de cabeza y muscular, náuseas, irritabilidad, somnolencia y anorexia.
Además, pueden padecer síntomas gastrointestinales, hepatoesplenomegalia (recrecimiento del hígado y bazo), edema o hinchazón generalizada, adenomegalia o aumento anormal de los ganglios linfáticos. Esta etapa dura de 4 a 8 semanas.
Luego se evidencia la fase crónica, que a su vez se divide en dos: la llamada etapa indeterminada, en la cual tampoco suelen presentarse síntomas y se extiende por varios años e incluso hasta cuatro décadas, sin presentarse ningún síntoma tras la picadura. Transcurrido ese largo tiempo se cumple la segunda etapa, denominada sintomática, en la que solo un 30% de las personas infestadas, empieza a sufrir las cardiopatías asociadas con la forma crónica más frecuente de la Enfermedad de Chagas. En este periodo los enfermos tienen altas probabilidades de desarrollar accidentes cerebrovasculares, lo cual es potencialmente mortal.
¿Cómo se controla y previene la Enfermedad de Chagas?
No existe una vacuna contra la Enfermedad de Chagas, por eso la forma más eficaz para prevenirla es el control vectorial, es decir la eliminación del insecto triatomino. Para ello se recomienda mejorar las condiciones de habitabilidad, restaurando techos, pisos y paredes para que no haya infestación por el vector. Deben evitarse los residuos, escombro y el agua estancada, ya que es allí donde generalmente habitan.
La higiene en los hogares y la fumigación periódica con insecticidas, es fundamental.
Como medidas preventivas personales, se sugiere el empleo de mosquiteros en sitios donde sea probable la existencia de los insectos, así como una adecuada práctica en la preparación, almacenamiento y consumo de los alimentos. Hay que recordar que si contienen heces u orín de los insectos, se contrae la enfermedad.
Por otra parte debe tenerse cuidado extremo con la sangre utilizada en las transfusiones, con los órganos, tejidos o células que van a ser trasplantados y con los niños nacidos de madres infectadas, quienes tienen que ser evaluados para atacar el problema a la mayor brevedad. Afortunadamente, el tratamiento en pacientes menores de edad tiene mayor posibilidad de ser exitoso.
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