Tener un abdomen plano puede quitarle el sueño a muchas personas, sobre todo cuando al hacer ejercicio y dieta no se consigue el objetivo deseado, ya que además de la grasa hay una piel flácida que cuelga y que por más esfuerzo que se haga, no vuelve a su forma original.
Aunque agresiva, la cirugía plástica puede ofrecer una respuesta positiva al anhelo de una figura esbelta, gracias a un procedimiento denominado abdominoplastia o dermolipectomía, una operación con la que se remodela el abdomen al extirpar exceso de piel y de grasa acumulada debajo del ombligo, además de ayudar a corregir la flacidez muscular.
Esta piel colgante y muchas veces llena de estrías, suele aparecer tras una repentina o muy violenta disminución de peso, como cuando los pacientes se someten a una cirugía para reducir el estómago, por realizar una dieta drástica o tras varios embarazos a término. Estas personas son las indicadas para someterse a la abdominoplastia.
La Abdominoplastia, Un gran paso
Es necesario aclarar que la abdominoplastia no es igual a la liposucción, pues se trata de una cirugía mayor y por tanto más delicada. Ambas prometen conseguir un abdomen plano, pero será el especialista quien indique cuál de las dos es la más apropiada según el caso. Tampoco deberían realizarse simultáneamente.
Eliminar este aspecto anti estético puede ser la principal motivación del paciente, pero antes de someterse a la intervención, éste debe asegurarse de tener buenas condiciones de salud. Igualmente, si la persona está perdiendo peso y planea perder más, es necesario esperar hasta que esté cerca de su objetivo antes de ingresar a la sala de operaciones.
Otro punto a considerar antes de recurrir al bisturí, es que si es mujer y pretende o planea embarazarse, tal vez sea mejor no realizar o posponer la cirugía hasta terminar de tener hijos. Durante la operación los músculos se tensan de forma vertical y si sale en estado, se pueden separar. Entonces, además de perder el dinero que invirtió (dependiendo del país puede costar entre 4 mil y 8 mil euros), también se habrá enfrentado a las incomodidades y dolores de la abdominoplastia sin ningún sentido.
Si fuma y decidió visitar el quirófano, debe dejar el cigarrillo al menos por dos semanas antes y después de la cirugía. Este hábito atrae complicaciones post-operatorias y retrasa la cicatrización.
La cirugía
En una abdominoplastia el cirujano hace una incisión de cadera a cadera (sí, es una cicatriz amplia) y luego corta el contorno de la piel, el tejido y el músculo que considere necesario. Durante el procedimiento se mueve el ombligo y generalmente se dejan cánulas o tubos para drenaje bajo la piel por algunos días.
La operación suele llevar unas cinco horas y generalmente se requiere pasar un día de hospitalización. Se usa anestesia general.
También se puede realizar una abdominoplastia parcial en los casos donde la grasa está acumulada por debajo del ombligo, por lo que no será necesario moverlo o recolocarlo. Esta intervención quirúrgica tarda unas dos horas, pero todo dependerá de cada individuo.
Cuando se le dé el alta médica, el paciente requerirá de una persona que le lleve a casa. Igualmente, si vive solo necesitará de alguien que le cuide por un par de días, por lo que tiene que planificar con antelación la situación.
Complicaciones de la abdominoplastia
Es común sentir dolor e inflamación en el área tras la abdominoplastia. Para mitigar estas molestias el doctor recetará analgésicos. En algunas situaciones el dolor se prolonga por varias semanas o meses. También se puede sentir adormecimiento, pueden aparecer hematomas y experimentar cansancio.
Al tratarse de una cirugía mayor, los riesgos con la abdominoplastia son los mismos que otra de similar envergadura. Sin embargo, gracias a las técnicas actuales y a la proliferación de médicos especialistas, los porcentajes de que surjan complicaciones graves son bajos. Los más comunes son infecciones (los síntomas de infección incluyen fiebre, escalofríos y sudoración), sangrado bajo el colgajo de la piel y formación de coágulos.
Si el paciente sufre de mala circulación, diabetes, problemas cardíacos o tiene el hígado o los pulmones afectados, es más probable que haya dificultades en el procedimiento.
También la cicatrización puede ser lenta en algunos casos e incluso se puede perder piel. La sensibilidad, los moretones, el dolor y la inflamación que suelen experimentarse desaparecen después de cuatro a seis semanas.
Hay que estar claro en que una abdominoplastia dejará cicatrices. Nunca desaparecen por completo.
Post-operatorio
Para garantizar un resultado óptimo es necesario que el operado siga las indicaciones del cirujano sobre cómo cuidar el vendaje que cubre la herida en los días posteriores a la cirugía. El vendaje que se usa es una banda firme y elástica que promueve la curación. Igualmente, el médico le instruirá sobre qué posiciones le ayudarán a disminuir el dolor mientras esté sentado o acostado.
La recuperación de una abdominoplastia requiere al menos un mes de reposo absoluto. En ciertos casos, mandan a colocar una faja. La dieta debe ser estricta y las actividades físicas deben dejarse de lado por un buen tiempo.
El coste y el valor de la Abdominoplastia
El coste de este tipo de operaciones es elevado y el mismo varia mucho entre los diferentes centros. Puede oscilar entre los 4000 y los 8000 euros. En estos casos lo mejor es comparar para ver cual se ajusta mejor a nuestras necesidades.
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