Hay personas que presentan dificultad para relacionarse de forma natural con los demás. Padecen de un sentimiento de inseguridad o vergüenza conocido como timidez, que tiende a alterar su proceso de socialización. En ocasiones, se convierte en fobia, y limita significativamente su capacidad de desempeño en situaciones específicas. Por lo general, son individuos que se enfrentan a constantes emociones negativas, y ven truncadas sus metas debido a su imposibilidad para controlarlas, y a lo problemático que les resulta dejar de ser tímidos.
La timidez puede surgir desde la infancia, como consecuencia de malas experiencias. Los patrones de crianza también influyen, y ciertos tipos de ambientes o atmósferas familiares que son más propensos a inducir a los niños a manifestar un comportamiento asustadizo que les impide entablar conversaciones. Por más que lo intenta, no dejan de ser tímidos.
Las personas tímidas generalmente sufren de baja autoestima, considerándose inferiores a los demás. Critican permanentemente su propio comportamiento, llegan a sentirse ridículos, y constantemente evitan exponerse al público por creer que van a ser rechazados. Con frecuencia se aíslan, sufren en silencio, viven necesitados de amor, y luchan consigo mismos y con sus creencias, para dejar de ser tímidos.
En la infancia y la adolescencia estas dificultades son mayores, porque es cuando más daño provoca la carencia de habilidades comunicativas y autocontrol. En ese caso, tanto los padres como los amigos, deben ayudarlos a establecer prácticas que les permitan dejar de ser tímidos.
conductas de una persona tímida
La timidez involucra miedos persistentes a mantener contacto con personas ajenas a la familia, y a ser juzgados por los demás. Conlleva a la anticipación cognitiva negativa, es decir, a imaginar cosas como el repudio y las criticas, con lo cual se desatan ataques de ansiedad, desajustes psicofisiológicos, temor al fracaso y angustia. La tendencia es hacia la huida.
El ser tímido puede incurrir en conflictos personales, frustraciones y baja autoeficacia, con la consiguiente pérdida de oportunidades en diferentes ámbitos de desarrollo como el escolar, laboral y de pareja. Por ello, dejar de ser tímido, es muy importante.
Quienes son tímidos suelen tener un tono de voz bajo, poca fluidez de vocalización, tartamudez, muletillas, vacilaciones y gestos tensos. Además, tienden a hacer pausas continuas al hablar, se frotan las manos, sudan, tiemblan, se muerden las uñas, y tienden a jalarse el cabello, encoger los hombros, bajar la cabeza y esquivar la mirada. En eventos sociales se les nota pálidos, o ruborizados por la aceleración del ritmo cardíaco y la dilatación de los vasos sanguíneos.
¿Es posible dejar de ser tímido?
La respuesta es sí. La timidez puede vencerse si se toma la decisión de hacerlo. Una de las terapias que más ha servido para dejar de ser tímido, es la Cognitivo-Conductual, vista con una forma de comprender los pensamientos propios y los de otros seres, y la manera en como ellos alteran o afectan sus sentimientos e ideologías.
Sin embargo, para dejar de ser tímido, el primer paso es reforzar la autoestima. Para ello, es necesario que la persona se autoevalúe y reconozca sus aspectos positivos, colocándolos por encima de los negativos. De esa forma, irá aprendiendo a valorarse y a ganar seguridad personal. Es pertinente que olvide los fracasos que haya tenido, y que deje de ver la timidez como algo frustrante e insuperable.
Otras acciones que debe realizar, con ayuda del terapeuta, son entrenamiento en el manejo del autocontrol y la angustia para frenar las emociones, entrenamiento en comunicación asertiva y entrenamiento autoinstruccional o diálogo interno. Todas estas herramientas terapéuticas, son efectivas para dejar de ser tímido, porque permiten enfrentar y afrontar las situaciones temidas.
relajación para dejar de ser tímido
Para dejar de ser tímido, los especialistas hacen especial énfasis en la utilización de una técnica psicoterapéutica denominada desensibilización sistemática, que es comúnmente empleada en el tratamiento de las fobias. Su característica principal, es la aproximación sucesiva de la persona a situaciones que le producen arrebato o exacerbación en sus conductas emocionales o cognitivas, para llevarla a un estado contrario mediante la relajación.
Cuando la meta es dejar de ser tímido, lo fundamental es identificar los escenarios en los que se acentúa la timidez, como por ejemplo, hablar en público, hablar con alguien desconocido del sexo opuesto, o solicitar alguna información, entre otras. Luego, se escoge una de las situaciones, como hablar con alguien desconocido del sexo opuesto, se prepara al paciente para que lo haga y se hace el primer acercamiento a esa persona sin forzar el encuentro. En una segunda sesión, se avanza un poco emitiendo un saludo, posteriormente una pregunta, y así sucesivamente hasta que se entable un dialogo natural.
Es recomendable que el tratamiento con la aplicación de estos métodos clínicos inicie lo más temprano posible, porque la timidez no solamente limita las posibilidades de desarrollo y éxito, sino que también puede ser causante de otros trastornos psicológicos de mayor gravedad.
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