Hasta cierto punto es normal que en determinados momentos sintamos temor de que alguien cercano a nuestro entorno nos saque de sus recuerdos y nos deje de lado, pero cuando sobrepasa la barrera de lo racional y se convierte en pánico, puede ser signo de un problema denominado atazagorafobia. Aunque el término sea difícil de pronunciar, la esencia de esta conducta es muy simple de explicar. Se refiere básicamente al miedo a ser olvidado o ignorado, e incluso a olvidar.
La atazagorafobia es considerada un trastorno por sí mismo, pero también puede ser síntoma de una enfermedad o desorden mental. De acuerdo con los especialistas, se manifiesta con mayor frecuencia en personas narcisistas o que sufren del trastorno límite de la personalidad. Los individuos diagnosticados, también llegan a desarrollar un trastorno obsesivo-compulsivo que afecta su estilo de vida e interfiere en sus relaciones personales y laborales.
Comportamientos asociados
El paciente con atazagorafobia sobrepasa los límites de la normalidad, es decir, resulta común que muchos se angustien al pensar que pudieran pasar inadvertidos ante los ojos de un familiar, amigo o compañero de trabajo, pero cuando hay atazagorafobia esos pensamientos se apoderan del ser, despertando una serie de emociones y sentimientos negativos que abarcan incluso a los desconocidos.
En los peores casos, el individuo se enfrasca en querer ser recordado y considerado por personas que apenas conoce. Es como si quisiera inmortalizarse en la mente de todo aquel con quien mantenga contacto. Se esfuerza tanto por resaltar y sobresalir, que busca interrelacionarse con muchísima gente de su entorno, pero no siempre lo logra, y eso empeora el panorama.
Síntomas de la atazagorafobia
Los síntomas de la atazagorafobia pueden presentarse de una manera distinta en cada persona, pero hay manifestaciones comunes que son características del trastorno, y que tienen que ver con el apego excesivo hacia los demás o hacia los objetos personales, y la ansiedad por conocer a alguien o esperar por otro. Hasta el miedo de ser olvidados después de la muerte, los paraliza y los agobia.
La atazagorafobia, al igual que en la mayoría de las fobias, desencadena malestares físicos, especialmente cuando hay ataques de pánico. Algunos de ellos son: desvanecimiento, taquicardia, sudoración, náuseas, adormecimiento de las extremidades, vómito, fallas respiratorias y desmayos, entre otros.
A nivel psicológico también se encienden diversas alarmas. Los diagnosticados con atazagorafobia se esmeran por establecer comunicación con sus exparejas, examigos y parientes lejanos para cerciorarse de que no lo hayan olvidado. Es tanto su afán, que las conversaciones giran en torno a su propia existencia. En ocasiones inventan historias para llamar la atención. Si no lo consiguen, entran en un estado de desesperanza, tristeza y desconsuelo, que puede resultar extremadamente peligros. Su autoestima se desvanece y las inseguridades se incrementan. Quienes no logran superarlo, pueden incurrir en prácticas insanas como la drogadicción y el alcoholismo.
Consecuencias de la Atazagorafobia
La atazagorafobia trae consigo otro problema muy delicado: la depresión. Las personas llegan a caer en esta condición cuando no son exitosos en su esfuerzo por entrar a un determinado grupo. Si no son considerados por los demás, se sienten rechazados. De allí que es fundamental prestar el apoyo y el acompañamiento necesario para ayudarlas a superar las crisis. Es fundamental que reciban atención médica y psicológica porque en muchos casos, se orillan al suicidio.
El origen de la atazagorafobia no está claro, pero se le relaciona con desórdenes mentales, traumas y fallas genéticas. Diversos especialistas coinciden en que la mayoría de los diagnósticos de atazagorafobia provienen de familias disfuncionales donde prevalece la ausencia de uno de los padres, donde hay maltratos o donde se evidencia una falta de amor y cariño que marca al individuo. También puede surgir cuando muere un ser que ha sido muy especial y significativo para él.
Por ejemplo, cuando un niño es abandonado, comienza a desarrollar un temor desenfrenado a ser olvidado. Las relaciones interpersonales se complican porque cualquier indicio de olvido (ruptura amorosa, peleas, discusiones, desengaños) puede ser tomado como un ataque o una agresión.
Tratamiento de la Atazagorafobia
La atazagorafobia es tratada de manera exitosa cuando la persona reconoce sus miedos y decide ponerse en control con un especialista en conducta. Será el psicólogo o terapeuta quien detecte el trastorno orientado en los conflictos, inquietudes, sintomatología y testimonios.
La recuperación será el resultado de un trabajo en equipo, en el que indiscutiblemente debe participar el afectado y sus seres queridos. Debe haber comprensión, cariño y paciencia.
Desde el punto de vista psiquiátrico, es posible que se receten algunos medicamentos para calmar la ansiedad y que se implementen terapias de exposición, cognitivo-conductuales, hipnosis, programación neurolingüística, psicodrama u otras que se consideren oportunas.
Dependiendo de los signos, quizás se amerite descartar patologías mentales que pudieran estar vinculadas. En caso de hallar alguna, se deberá atender el trastorno con métodos o fármacos específicos, bajo la supervisión de un experto.