La palabra ileostomía proviene de los términos “íleon” (parte baja del intestino delgado) y “estoma” (abertura). Médicamente es un procedimiento quirúrgico que se aplica para extraer los desechos del cuerpo cuando el recto o el colon no funcionan correctamente.
La operación consiste en realizar una abertura en la parte abdominal para reubicar el extremo terminal del íleon, y de esta manera formar una estoma, generalmente situada en el lado inferior derecho del abdomen.
La ubicación ideal de la estoma será determinada por un cirujano o un enfermero con especialización en el cuidado de heridas, ostomías e incontinencia (Wound Ostomy Continence Nurse, o WOCN en inglés). Estos últimos profesionales, conocidos como enfermeros de ostomía, están capacitados para instruir y atender a los pacientes en todas las fases de la intervención.
Para crear esta estoma, se pasa el extremo del ileón por medio de la pared abdominal y se dobla sobre sí mismo, parecido al puño de una camisa.
Una vez realizada la ileostomía, la estoma tendrá una apariencia de color rojo o rosa, húmedo y tibio, de forma ovalada y redonda, y de la que se desprenderán cantidades reducidas de mucosidad, pero irá reduciendo de tamaño conforme vaya pasando el tiempo. Sus dimensiones finales se notarán transcurridas unas seis u ocho semanas.
Lo conveniente es que tras efectuar la ileostomía, la estoma quede emparejada o al mismo nivel de la superficie de la piel, aunque en otros casos puede sobresalir un poco.
Cuando la persona observe su estoma, podrá ver en realidad la mucosa del intestino delgado, la cual es similar al revestimiento del lado interno de la mejilla.
Un factor positivo, es que la estoma no posee terminaciones nerviosas, por lo que el individuo no sentirá malestares ni dolores.
Sin embargo, al no poseer músculo o válvula de cierre, como sucede con el ano, no se podrá controlar el paso de la materia fecal.
función
La estoma será el conductor del contenido de la ingesta, luego de que hayan sido extirpados el recto y el colon (intestino grueso), mediante un método denominado colectomía. Esto quiere decir que esos órganos ya no estarían presentes, y por ende sus funciones deberán ser reemplazadas por la estoma.
Los desechos de la digestión se introducen en una bolsa que se ajustará al cuerpo del paciente y que llevará consigo todo el tiempo. Necesita ser vaciada conforme sea necesario, pero debe ser entre cinco y ocho veces al día.
La materia fecal tendrá una consistencia líquida o pastosa, lo cual dependerá de ciertos factores, como las medicinas o las comidas que consuma.
Razones para practicar una ileostomía
Los motivos por los cuales suele realizarse una ileostomía son diversos. Generalmente se amerita cuando el intestino presenta un daño o una patología que no es posible abordar con otro tipo de métodos, ya sea una inflamación intestinal, una colitis ulcerativa o la enfermedad de Crohn, aquella que se caracteriza por un “ataque” al intestino producido por el mismo sistema inmunitario.
El cáncer, la poliposis familiar (presencia de muchos pólipos) y ciertos defectos congénitos también pueden incidir en la decisión de llevar a cabo una ileostomía, la cual puede ser temporal o permanente. Esta última se efectúa cuando el recto o el colon no funcionan apropiadamente, cuando se remueve una parte del intestino o se deje inoperativa de forma definitiva.
Las ileostomías temporales, por su parte, pueden aplicarse para dar reposo al colon o al intestino tras un proceso de recuperación o mientras se efectúa una cirugía para retirar la parte afectada. Se ejecuta para que el intestino pueda sanar, ya que debe estar completamente vacío, es decir, sin que la materia fecal llegue hasta él.
La persona debe tener mucha paciencia porque la sanación después de la ileostomía puede durar varias semanas, meses e incluso años, dependiendo de la gravedad. Frecuentemente, con el pasar de los días, se puede extraer la ileostomía, y con ello, el intestino volverá a funcionar con normalidad.
Riesgos de la intervención
Existen varios riesgos o complicaciones que pueden surgir durante la ileostomía. Dentro de ellos se encuentran sangrado del abdomen, deshidratación, dificultad para absorber nutrientes, cicatrización deficiente de la lesión en el perineo si se extirpó el recto, daño a órganos cercanos, infracción en los pulmones, abdomen o vías urinarias, tejido cicatricial que pueda ocasionar bloqueo de los intestinos o una posible abertura de la herida.
También pueden presentarse problemas respiratorios, formación de coágulos de sangre en las piernas que pueden transportarse hasta los pulmones, infección de la herida, accidentes cerebrovasculares o ataques cardíacos.
El tiempo de estancia en el hospital será de 3 a 7 días, el cual puede extenderse si la ileostomía se realizó por emergencia. La ingesta de comida sólida podrá hacerse dos días después de la operación. Previamente únicamente se podrá consumir líquidos claros. Según sea la evolución del enfermo, el galeno considerará la prescripción de algún tratamiento para reducir las molestias y prevenir cuadros infecciosos.
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