En términos sencillos, la menopausia puede describirse como el cese de la menstruación en las mujeres. Es un proceso normal y natural del cuerpo, que ocurre entre los 45 y 55 años de edad. Cuando se llega a esta etapa es imposible lograr un embarazo, porque los ovarios dejan de producir óvulos y, en general, el organismo genera una cantidad menor de hormonas (progesterona y estrógeno).
Es precisamente por la disminución de esas hormonas, que las mujeres comienzan a sentir sofocos, sudoración, problemas para dormir y reducción progresiva del ciclo menstrual, hasta que desaparece. En ciertos casos, puede interrumpirse de imprevisto y de un solo golpe.
La menopausia se completa cuando hay ausencia de menstruación durante mínimo un año, y existen situaciones en las que no se produce de forma natural. Una de ellas es la disminución de la cantidad de estrógenos, por la extirpación de los ovarios.
También puede ocurrir por el consumo de algunos fármacos de hormonoterapia para el tratamiento del cáncer de mama o la realización de quimioterapias.
Síntomas de la Menopausia
Los síntomas de la menopausia varían en cada mujer, y en algunas pueden extenderse por dos o más años, con mayor o menor intensidad, dependiendo de su respuesta orgánica. Cuando se trata de una menopausia quirúrgica, las molestias pueden ser notablemente más agudas, y comenzar de manera repentina.
El principal indicio es un cambio drástico en la frecuencia de la menstruación. A algunas mujeres les puede llegar cada tres semanas y a otras cada dos o tres meses. En esencia la regla se torna bastante irregular por un período de uno a tres años, hasta que se deja de sangrar en su totalidad.
Los síntomas comunes pueden llegar a ser similares a los del embarazo. Pueden incluir mareos, palpitaciones, vértigos, dolores de ano, insomnios y sofocos. Pueden darse con una sensación de calor y ansiedad incontrolable, generando un incremento del flujo sanguíneo de la piel del cuello, cara y tórax, acompañado de pulsaciones y sudoración.
La sequedad vaginal suele ser bastante común e incluso prevalecer, ocasionando severas dificultades y ardor al momento de mantener relaciones sexuales.
La menopausia puede ocasionar dispareunia (dolor durante el coito). Esto se debe a que la mengua de estrógenos perjudica la lubricación vaginal, causando fuertes molestias durante la penetración. Si esto sucede, es recomendable utilizar un lubricante íntimo hidrosoluble (es decir, que no contenga aceite y pueda disolverse en el agua), ya que éstos no irritan, y son bastante compatibles con los condones de látex.
Otras evidencias de la Menopausia
Con la menopausia, el tamaño del cuello uterino y del útero disminuye considerablemente, lo que conlleva a sufrir de contracciones uterinas bastante dolorosas, durante y después del orgasmo.
Los cambios emocionales también suelen ser habituales durante la menopausia, dando paso a momentos de irritación, angustia y ganas de llorar sin razón lógica y aparente. En general, las mujeres menopáusicas padecen de una depresión persistente que, en algunos casos, puede ameritar la intervención de un profesional, ya sea un psicólogo, psiquiatra o psicoanalista. La ayuda de la familia toma mucha importancia durante este período.
Obesidad o variaciones en la figura son otras de las consecuencias de la menopausia, ya que ésta se relaciona con alteraciones metabólicas que incluyen un aumento de la grasa corporal. Si la mujer lleva un estilo de vida sedentario, esto acelerará el proceso y hará más evidente la transformación.
Como en los síntomas anteriores, estas modificaciones pueden depender de cada mujer. En algunas ocurre un incremento de peso, mientras que en otras simplemente sucede una modificación en la distribución de la grasa, pero sin diferencias al momento de pisar la balanza.
el tabaco incide
Existen ciertos factores que determinan la edad de inicio de la menopausia en una mujer. Como es bien sabido, las mujeres que llevan un estilo de vida sano y activo, suelen llegar a esa etapa más tarde. Sin embargo, existen otras causas que pueden adelantarla.
Una de ellas es el tabaco. Investigaciones han determinado que las mujeres fumadoras tienen mayores posibilidades de tener una menopausia precoz, debido a que el tabaquismo está relacionado con efectos antiestrogénicos, con repercusiones diversas. Las que fuman pueden llegar a tener la menopausia tres años antes de las que no tienen ese vicio.
La actividad física también juega un papel vital. Los adultos que son físicamente activos tienen menos posibilidades de enfrentar una menopausia temprana.
Tratamiento de la Menopausia
No hay tratamiento para la menopausia, pues no se trata de una enfermedad sino de un proceso natural del organismo que no puede ser interrumpido. Sin embargo, sí existen fármacos que ayudan a aliviar algunos de los síntomas asociados. Para saber cuál es el más indicado, se debe evaluar la edad de la mujer, los signos que presenta, la presencia o no de una menopausia precoz, el estilo de vida y el impacto que han tenido los cambios en su cuerpo y estabilidad física y emocional.
En general, las mujeres menopáusicas pueden optar por un Tratamiento Hormonal Sustitutivo (THS), siempre y cuando los beneficios que provean sean mayores a los riesgos. Debe ser un especialista quien decida si una persona es apta o no para recibirlos.
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