Además de su talento y fama, ¿qué tienen en común personalidades del espectáculo como Don Francisco, Nick Jonas, Halle Berry, Salma Hayek y José José? Todos padecen de diabetes. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), 347 millones de personas sufren esta enfermedad que deja unos seis fallecidos por minuto debido a sus múltiples complicaciones. Una de ellas es la Neuropatía Diabética Periférica (NDP), un daño a los nervios del cuerpo causado por los altos niveles de azúcar en la sangre. Entre el 50 y el 75% de los pacientes diabéticos desarrollan esta condición que puede comprometer cráneo, columna vertebral, corazón, vejiga, estómago e intestinos.
En esas de estadísticas de afectados por la Neuropatía Diabética Periférica se halla el cantante José José, quien ha tenido que enfrentar los estragos de esta afección que provoca entumecimiento, dolor y hormigueo en las extremidades, problemas vesiculares y pérdida de sensibilidad, entre otras tantas molestias que empiezan a aparecer luego de 8 o 10 años de haberse detectado la diabetes.
La Neuropatía Diabética Periférica tiende a evolucionar con el tiempo y los primeros nervios en verse afectados son los de las manos y los pies. Genera la proliferación de úlceras que dan lugar al llamado “pie diabético”, que puede ocasionar amputaciones y hasta la muerte si no se trata oportunamente.
Diversos especialistas han especulado sobre las causas de este deterioro nervioso, y la mayoría coincide en que se debe al descontrol de los niveles de glucosa. Mientras más elevados estén, más posibilidades hay de que se produzca la Neuropatía Diabética Periférica y toda su sintomatología.
Tipos de Neuropatía Diabética Periférica
La Neuropatía Diabética Periférica se divide en tres tipos: Motora, autonómica y sensorial. La primera debilita los nervios craneales que coordinan los músculos oculares y de la cara, pudiendo provocar visión doble, cefaleas y parálisis. La autonómica puede afectar el funcionamiento de diversos órganos, con signos específicos. Si el daño es cardiovascular, la persona notará cansancio, palidez, mareo y desmayos. Si es gastrointestinal, sentirá acidez, llenura, problemas para deglutir, estreñimiento, incontinencia fecal, diarrea, nauseas y vómitos. Si es genitourinario, manifestará incontinencia urinaria, disfunción eréctil, eyaculación retrógrada, falta de lubricación e infecciones urinarias, pero si el desgaste es dermatológico, habrá sofocos y una fuerte disminución de la sudoración, especialmente en el área de los pies, que producirá agrietamientos y, por ende, infecciones bacterianas.
La neuropatía sensorial es la más frecuente y quienes la padecen se quejan de dolor, pinchazos, hormigueos y calambres que se agudizan durante la noche. Es la primera causa de amputaciones, ya que eleva los riesgos de lesiones y contaminaciones en los pies debido a las constantes alteraciones de sensibilidad que acarrea. Los aquejados por este tipo de neuropatía presentan dificultad para distinguir frío, calor y dolor. Cuando se cortan suelen contraer infecciones por la disminución del riego vascular de sus piernas. Esto hace que la recuperación sea lenta y que los agentes infecciosos ataquen con más fuerza. Si alcanza los músculos del pie, producirá desequilibrios, inconvenientes para caminar, deformaciones, desplazamientos en los huesos y fracturas (pie de Charcot).
Diagnóstico
Las fases iniciales de la Neuropatía Diabética Periférica suelen ser asintomáticas, incluso durante años. Un médico internista está en la potestad de confirmar el diagnóstico tras la práctica de una serie de exámenes neurológicos con los que comprobará la capacidad del paciente para percibir roces, sensaciones térmicas y vibraciones. Podrá realizar estudios de conducción nerviosa que registran el tiempo de transmisión de un estímulo eléctrico a través de un nervio. Además, practicará instrumentos sencillos para medir la fuerza muscular y el test de los monofilamentos que consiste en frotar un monofilamento de nylon que antes de doblarse proporciona una fuerza de 10 gramos. Si no se distingue al rozar por varias zonas del pie, el enfermo habrá perdido su percepción sensitiva, por lo cual se deberán extremar los cuidados para evitar úlceras y otras lesiones en los pies que puedan infectarse.
En el caso particular de la neuropatía autonómica, se deberán aplicar análisis de variabilidad del ritmo cardiaco, estudios de vaciamiento gástrico y registro de contracción para descartar que sus síntomas estén asociados a una patología distinta a la Neuropatía Diabética Periférica.
tratamiento de la Neuropatía Diabética Periférica
El primer paso en el tratamiento de la diabetes y la Neuropatía Diabética Periférica es el control óptimo de la glucosa en la sangre, acompañado de una buena alimentación, una rutina habitual de ejercicios y una medicación adecuada, según las especificaciones del médico tratante. Lo ideal es que los pacientes eviten por completo el consumo de alcohol, cigarrillos y cualquier tipo de estupefacientes, ya que acentúan el daño a los nervios periféricos y aumentan el dolor.
Mantener correctos hábitos de higiene en las extremidades también será clave, y parte de esto requerirá mantener los pies estén secos; cambiar de calzado dos veces al día y procurar que éstos sean de la talla adecuada. Para mayor rigurosidad, es recomendable consultar con un endocrinólogo, especializado en el tratamiento de la diabetes. Él bridará consejos y fármacos para disminuir los síntomas asociados a los diferentes tipos de Neuropatía Diabética Periférica.
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